Air - Aire - Agua
AIR AND JAM HAVE NOTHING TO DO WITH AIR AND JAM
Learning a language is like solving a puzzle. Once some vocabulary is learned, all one has to do is put words together and voilà, the words in the new language stop appearing as hieroglyphs and become a decoded message. In the movie Lucy by Luc Besson, Scarlett Johansson obtains superhuman powers and in one scene when she is out in the streets in China, she begins to understand people’s conversations and read street street signs. I love it when that begins to happen.
My first encounter with a foreign language was when I was 12; by chance I discovered the shoe box where my father kept the tapes matching his English workbooks. I felt like an explorer finding the written equivalent of the spoken word. Once we arrived in the United States, I used to check out CDs from the library and while I listened to the music, I translated the song’s lyrics; dictionary in hand.
Exposure to a few languages later, I enjoy the puzzle solving because as I decipher a new language, I discover its poetry and its common sense. Now that I live in Kuala Lumpur, my Spanish helps me more than my English to learn Malay. Since Malaysia was once a Portuguese colony before it was a Dutch and a British one, I think the Latin influence is what makes Malay a fun language for me to learn.
For example, in Malay, water is “air” which reads like air, but it is pronounced “I err.” Eyes in Malay are “mata,” therefore tears are “air mata” which translates as water of the eyes. My other favorite poetic word is sun, composed of two words, “hari” which is day and “mata” which is eyes. Can you guess the word? “Matahari,” the eyes of the day.
Because I love poetry and word play, I have made up some phrases providing the word in Malay and English. Please know that in Malay, the consonant C sounds like CH as in Cheetos.
To conclude, always use Caution: when you want JAM, ask for marmalade or you’ll be waiting for HOURS.
¿AIRE ES AGUA?
Aprender un idioma es como resolver un rompecabezas. Después de obtener un poco de vocabulario, lo que uno debe hacer es juntar palabras y voilà, las palabras en el nuevo idioma dejan de aparecer jeroglíficos y se convierten en mensajes decodificados. En la película Lucy de Luc Besson, Scarlett Johansson obtiene poderes super humanos y en una escena cundo está en la calle en China, empieza a entender las conversaciones de la gente y a leer los letreros. Me encanta cuando eso pasa en realidad.
Mi primer encuentro con otro idioma fue a la edad de 12 años cuando por casualidad descubrí una caja de zapatos donde mi papá guardaba los casetes de sus libros para aprender inglés. Me sentí como una exploradora encontrando lo escrito en el libro equivalente a lo hablado. Cuando llegamos a Estados Unidos, me gustaba ir a la biblioteca y llevarme algunos CDs porque mientras escuchaba música, traducía la letra con diccionario en mano.
Ahora que he estado expuesta a varios idiomas, disfruto mucho resolviendo el rompecabezas porque mientras descifro el idioma, descubro su poesía y su sentido común. Ahora que vivo en Kuala Lumpur, mi español me ayuda más que mi inglés a aprender Malayo. Como Malasia fue una colonia portuguesa, antes de ser una colonia holandesa y británica, pienso que la influencia latina me hace aprender Malayo en una forma divertida.
Por ejemplo, en Malayo agua se escribe “air” cuando air en inglés es aire, en Malayo se pronuncia como “áyer”—énfasis en la a. Ojos en Malayo es “mata,” entonces lágrimas son “air mata” que se puede traducir como agua de ojos. La otra palabra poética que me gusta es la palabra sol que está compuesta de las palabras “mata” (ojos) y “hari” (hoy). ¿Adivinas qué es? “Matahari” entonces el sol es los ojos del día.
Por el hecho de que amo la poesía y el juego de palabras, he inventado unas frases que contienen la palabra en Malayo con su significado.
Para finalizar, TEN CUIDADO al hablar en Malayo porque puedes decir “AGUAS!” pero tu mente lo traducirá al inglés y gritarás AIR y te aventarán WATER.