Chinese Checkers
When I was a child, my family’s favorite game was Chinese Checkers, a game my parents taught me early on. In my teen years, it was a thrill to defeat them because my parents were unbeatable.
Let us fast forward to this summer when my parents instructed my girls in this art of strategy. A few days of lessons passed and when they finally invited me to play against them, one at a time, I was confronted with a brand new set of unbeatable opponents. “I can’t win,” I cried to my mother. Only one, only one out of 10 games I was able to win; I am still devastated.
Cuando era niña, el juego favorito de mi familia eran las Damas Chinas, un juego que mis mamá y papá me enseñaron muy temprano. En mi adolescencia, era un gran placer ganarles porque eran insuperables.
Transportémonos a este verano cuando mi mamá y papá instruyeron a mis hijas sobre este arte de estrategia. Unos días de lecciones pasaron cuando finalmente me invitaron a jugar con ellas, una a la vez. Pronto me di cuenta que había encontrado un nuevo par de insuperables. “No puedo ganar,” fui a llorarle a mi mamá. Sólo un miserable partido pude ganar -uno. Sigo devastada.